Gernika y el cambio
Jueves 7 de mayo de 2009. La cita es en la Casa de Juntas de Gernika, donde a las 11 horas esta convocado el Pleno del Parlamento Vasco para la toma de posesión de Patxi López como Lehendakari.
Llego a las puertas del recinto a las 10:30 horas y me hacen pasar al interior del recinto donde tiene su sede las Juntas Generales de Vizcaya, y que se halla casi lleno, con los junteros vizcaínos, los parlamentarios vascos, los diputados y senadores vascos del PSE-EE y PP, invitados de asociaciones de victimas, la Universidad, mandos policiales y de las fuerzas armadas, anteriores Lehendakaris, los presidentes de las tres diputaciones forales, varios presidentes autonómicos y representantes a nivel nacional del PP y del PSOE, la Vicepresidenta Primera, el Vicepresidente Tercero y la Ministra de Ciencia e Innovación.
A la hora prevista llega Patxi a la entrada, donde hay muchas personas que le saludan y les besan a él y a su mujer. Les esperan las Presidentas de las Juntas y del Parlamento Vasco. Esta última, flanqueada por el Lehendakari saliente y el entrante, acompañados por seis maceros, dos por cada Territorio Histórico (Alava, Bizkaia y Gipuzkoa) y seguidos por el resto de miembros de la mesa y con la música de txistu y tamboril hacen su entrada en la sala en la que les recibimos todos sentados. Patxi se sienta en un sillón próximo a la mesa presidencial.
La Presidenta abre la sesión y le pide al secretario que de lectura al acuerdo del Parlamento y al Decreto Real. Una vez que esto se produce, pide que lleven la mesa juradera al centro de la sala donde le toma juramento al nuevo Lehendakari. Este promete, ante un ejemplar del Estatuto, lealtad a la Corona, al Estatuto y a la legalidad. Empiezan a sonar los aplausos en la sala contigua y también donde nos encontramos. Todos aplaudimos, menos los miembros del PNV y los de Aralar. No se si lo hacen o no los de IU. A continuación el Secretario de la Mesa indica que el anterior Presidente hará entrega a Patxi López de la Makila que representa el poder del cargo al que acaba de acceder. Se repiten los aplausos durante bastante tiempo, con la cara seria y sin mover un músculo de los que han estado en el poder durante 30 años. Sin duda es un detalle que no puede pasar desapercibido, la falta de elegancia de los nacionalistas. Lo de Aralar creo que merece otro calificativo.
Nos piden que acompañemos al Lehendakari a cumplir con el rito de jurar, o prometer, su cargo bajo el árbol de Gernika. Utiliza una formula laica, sin humillarse ante Dios, y el resto es parecida a la que se ha realizado en otras ocasiones, con el cambio de “ante los representantes de los ciudadanos”, en lugar del pueblo. Lee un par de poemas elegidos por él y se producen más aplausos y más caras largas, el canto del Gernikako Arbola, el aurresku de honor y para terminar la banda de música de la Ertzantza interpreta el Gora ta gora, el Himno oficial vasco.
La alegría de los presentes no nacionalistas se desborda y hay que hacer cola para darle un abrazo al Lehendakari y poder sacarse una foto con él.
Saludo a algunas personas, entre las que se encuentran la dirección del Grupo Socialista del Senado.
Un día feliz para los socialistas.