Sábado 1 de marzo. Noveno día de campaña.

6 en la cuenta atrás.

Hoy el día ha sido intenso, no solo por la campaña sino por la agenda general establecida independientemente de la misma.

A las 11 de la mañana, rosas en el mercadillo de la Plaza Urdanibia. Acuden a la cita varias concejalas y concejales, además del Alcalde, para acompañarme en el reparto de rosas. Desde el primer momento van desapareciendo de mis manos, y de las de los demas, como si fueran a acabarse de inmediato. Se acercan personas que me conocen y nos dan ánimos, además de algún que otro ciudadano que aprovecha la presencia de munícipes para reivindicar cosas. Uno, por segundo sábado consecutivo, se queja de que los árboles del talud en el Polígono del Carmen, no les dejan ver la carretera, a los vecinos del nº 8 de la c/ Compostela. Han crecido mucho y cuando echan toda la hoja no se ve nada. Quiere que los poden o los quiten. Otros hacen la sugerencia de que en S. Marcial, se cuide el acceso desde el aparcamiento, ya que han crecido zarzas por encima de los setos. Además sugieren que los bidegorris necesitan un buen mantenimiento.

En una hora hemos terminado, tomamos un café y con dos concejales y otra compañera, nos dirigimos a Hondarribia, donde en la zona de La Alameda distribuimos las rosas que nos quedan. También aquí, nos paramos con algunas personas que me conocen y con ellos va otra pareja que nos comenta, el, que fue concejal socialista en un municipio de valencia. Son las 13:00 horas.

A continuación, tenemos comida en Calonge, una sidrería en Igeldo. Faltan algunos amigos por imponderables de última hora, pero el ambiente es estupendo. Hoy esta lleno el comedor y nuestras visitas a las cupelas son como si fuéramos en manifestación.

Hacia las 17:00 horas, me despido del personal y me dirijo a Irun, al Polideportivo, donde juega a las 18:30 el Bidasoa de balonmano contra el 3 de mayo. Partido malo de solemnidad, aunque la victoria se ha quedado en casa, sin dificultades.

A las 21:00 horas estamos invitados a una cena por la asociación “Embrujo Andaluz” en el restaurante Ardora en Hondarribia. Llegamos puntuales a la cita, donde nos encontramos con mucha gente conocida, la mayoría vestidos con el traje típico andaluz, ellas y ellos. Vamos, que cualquiera hubiese dicho que estábamos en Sevilla. Finito mientras llega el personal y la cena larga como en una boda. Antes de iniciar el baile, nos venden unas rifas para el sorteo de un lote de productos ibéricos. El agraciado fue un concejal del PNV que estaba en nuestra misma mesa. A las 0:30 horas y argumentando que dentro de unas horas hay que seguir con la campaña electoral, nos levantamos mi mujer y yo para regresar a casa.

Una jornada bastante intensa.